«al sonido que el aire expelido de tus pulmones produce al salir de tu laringe, haciendo que vibren tus cuerdas vocales»
...tus pulmones exhalan...
y ese aire reverbera en tu laringe y tus cuerdas vocales vibran terciopelo...bañan con ámbar de caramelo la frecuencia que viaja al espacio fonético y vuelve ritmo el tiempo y sinfonía el timbre y dulce lo intangible y sea perfume y silbe y el paladar en mis orejas vibre...
...y te escuche...
y mis tímpanos sean hipnotizados, embelesados, por la danza de tu voz en ese milimétrico espacio entre la carne y los huesos martillo, yunque, lenticular y estribo ovillandoce al sonido satén negro de ese suspiro tuyo que inunda el labyrinthus, osseus y captivus y hasta el equilibrio y fluyo...
...y escucho...
y es como vouyerismo puro para los oídos, inmerso, obseso, perverso, simplemente no puedo dejar de oírte, no quiero... mueve el deseo, intenso de tapizar por completo los canales auditivos al cerebro con el chiffon perfecto de esa tu voz, modelando en medias de seda para mi oído interno...
...y te escucho...
y descubro que hay partes en mí que no sabia que podían ser acariciadas sin ser siquiera tocadas por la melodía de palabras articuladas, forradas, en la tesitura aduraznada de tu voz llana y su confortable roar en cada membrana y disfrutarla. La placentera experiencia de tu voz al escucharla...
RAPATUSTRA© 2012
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